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Catalizador: Quien con su presencia o intervención es capaz de hacer reaccionar un conjunto de factores


Durmiendo con el enemigo

La ambigüedad es muchas veces la causa principal del fracaso de un proyecto

Evaluar de manera imprecisa o equivocadamente el alcance, los objetivos, los plazos y las tareas necesarias de un proyecto es, mucho más comúnmente de lo que se cree, la causa que lleva al mismo al más rotundo fracaso. Comenzar a transitar un proyecto en esas condiciones es como dormir con el enemigo en la misma cama.
El motivo por el cual un proyecto se evalúa equivocadamente es, en general, la falta de experiencia de quien lleva a cabo la tarea. No haber transitado proyectos similares, no conocer las herramientas adecuadas para el estudio del mismo, o no dedicarle el tiempo necesario a ese estudio, no son más que tres caras diferentes de la misma inexperiencia.
Muchas veces se olvida de que lo que no se piensa antes, difícilmente podrá arreglarse después y entonces se inicia el proyecto salteando esta importantísima etapa previa, pensando que aquel viejo dicho de que "las cargas se acomodan durante la marcha" va a ser la solución mágica a los problemas y a las dificultades que se pudieran presentar. Sin embargo, las consecuencias de la imprevisión y de la osadía no tardarán en aparecer.
Cuando no se definen con precisión los alcances de cada tarea y las especificaciones para su contratación y ejecución se producirá una pérdida de calidad. Si en cambio se falla en el cálculo de duraciones y se fijan mal los plazos parciales o las fechas de entrega, los costos nunca serán los presupuestados. Del mismo modo, la inadecuada utilización de los recursos impactará directamente en plazos y costos.
Finalmente, agreguemos que ninguna de estas dificultades se presentará en solitario; que cada una disparará a la siguiente y que todas se combinarán fatalmente para arruinarlo todo.
Para entonces, el proyecto estará dañado y la reparación de los daños no será incruenta para el equipo a cargo del proyecto, ya que indefectiblemente afectará la reputación y vida profesional futura de cada uno de sus integrantes.
En OMi, ante cada proyecto, ponemos en juego toda nuestra experiencia y habilidades profesionales para identificar y eliminar las ambigüedades y transformar lo que es al principio una suma de suposiciones en un emprendimiento encarrilado y con éxito asegurado al final del camino. Ése (así de simple; así de complejo) es nuestro compromiso.
Hasta la próxima...
GUSTAVO PÉREZ MILANO