La planificación del espacio de una organización (space planning, en inglés) hace rato que dejó de ser ubicar escritorios en un plano. Y cada día más, para llevarla a cabo, hace falta combinar conocimientos de arquitectura, ingeniería, ergometría, administración, recursos humanos, economía, acústica, iluminación y aún inmobiliarios.
Pero definitivamente el desafío más grande que debe afrontarse al planificar el espacio es lograr mantener su flexibilidad a lo largo del tiempo. De los escritorios de ayer a los puestos de trabajo de hoy existe un trecho mucho más largo que el mero cambio de una tapa lustrada a una forrada en laminado plástico..
Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías y su impacto sobre la forma de trabajo de la gente han sido el motor que empujó muchos de los cambios que ocurrieron y no parece que la situación vaya a modificarse. Estantes que sobran porque los monitores de las PC ahora son chatos; cajones para carpetas colgantes que cada vez se usan menos; conductos bajo piso que cada vez deben conducir más cables (y éstos cada vez más sensibles) son sólo ejemplos de una realidad que cambia día a día.
Entrenados en la acción, en OMi somos capaces de diseñar y planificar para hoy y también para mañana, porque lo hacemos con la experiencia suficiente y la percepción abierta a los cambios de hábitos, de modo de trabajo y de equipamiento.